DÍA MUNDIAL DE LA ENERGÍA, “Respeto mutuo”

14/02/2017

Encender luces, calefacción o la lavadora a golpe de click; pulsar un botón y poder activar una vitrocerámica para cocinar; poner en marcha ordenadores gracias a los que poder trabajar y automatizar procesos; o poder subir a un coche o tren y recorrer kilómetros hasta llegar al lugar deseado. Acciones que actualmente marcan cada momento de un día habitual en la vida de cualquier persona y que se llevan a cabo de un modo natural, a priori sin pensar en lo que suponen

Y es que el modelo económico que se sigue hoy por hoy exige una demanda de energía que no hace más que aumentar y que, a largo plazo, podría dar lugar a un colapso del sistema de abastecimiento de energía. Abastecimiento que, en gran medida, proviene de los combustibles fósiles, que son fuentes no renovables. 

Y, ¿qué ocurre con la generación de energía gracias a fuentes agotables, tales como el gas, el carbón y el petróleo? Pues que se considera la principal causante de impactos muy negativos para el medio ambiente.  Véase su estrecha relación con la provocación de emisiones de gases de efecto invernadero vinculados al cambio climático. 

Por todo ello, hoy 14 de febrero, además de marcar el calendario con las flechas y corazones de Cupido, hemos de hacerlo con una E mayúscula, que esconda una jornada de reflexión sobre la importancia que tiene la Energía en nuestra vida y para fomentar el uso de fuentes renovables (biomasa, solar, eólica…).  

Precisamente cada 14 de febrero se celebra el Día Mundial de la Energía y  un modo muy apropiado para celebrar esta efemérides reside en querer conocer hábitos positivos que permitan obtener la energía necesaria al tiempo que se conserva y se cuida el medio ambiente. Pues es justamente nuestro propio entorno el que puede ayudarnos a obtener la energía que hace falta sin necesidad de contaminar ni agotar los recursos del planeta Tierra.  Hablamos de la utilización de energías limpias. 

Las energías convencionales hacen uso de recursos finitos y, al ser extraídas, ocasionan daños, ejemplo de los cuales son la contaminación de la atmósfera o la erosión de los suelos.  En contraposición, las renovables aprovechan recursos naturales que no se acaban, tales como el agua o el viento, para la generación de energía. La diferencia parece clara, ¿verdad? Pues no debe serlo tanto. O quizás el aprovechamiento de recursos inagotables no genera el capital suficiente como para resultar atrayente para la industria energética. 

Ahora bien, ¿hay algo que podamos hacer a nivel individual para ser parte activa en la minimización de este problema? 

Si bien es cierto que una disminución del uso energético por parte de la población del planeta es prácticamente imposible dado el incremento de habitantes del mismo, sí que es factible llevar a cabo una serie de buenas prácticas relativas al uso de energía.  Un primer paso pasaría por cambiar las bombillas tradicionales por unas de bajo consumo, lo cual tendría beneficios tanto para el cuidado del entorno como para nuestra factura eléctrica, que disminuiría notablemente.  

Así mismo, se recomienda usar luz natural todo lo que sea posible y sólo emplear la luz eléctrica en las habitaciones de la casa en las que nos hallemos. Además, se debe intentar hacer un uso electrodoméstico ahorrativo, no poniendo lavadora o lavavajillas hasta que no estén completamente llenos, por ejemplo. 

Y otra cuestión importante a tener en cuenta está relacionada con el funcionamiento de los propios electrodomésticos, ya que cualquiera que no funcione apropiadamente consumirá el doble de energía.  

Pero, ante todo, es imprescindible recordar que los humanos somos privilegiados debido a las infinitas oportunidades que nos brinda la naturaleza, haciendo que nuestra vida sea cada vez más sencilla. Con el paso del tiempo, las personas hemos ido evolucionando y un papel muy relevante en dicha evolución lo ha ocupado la energía, que nos ha ayudado a desarrollarnos personalmente. No obstante, ¿cuán elevado ha sido el precio que ha tenido que pagar el medio ambiente por ello? 

Apliquemos una relación de respeto hacia nuestro entorno y podremos seguir disfrutándolo siempre. Alcemos la voz en éste NUESTRO DÍA DE LA ENERGÍA, porque el cuidado del entorno es cosa de todos. 

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